¿Debería contratar un seguro para mi móvil? Pros y contras de hacerlo

Generalmente los seguros para móviles suelen ser a todo riesgo, por lo que si tu terminal tiene un accidente puede ser reparado sin coste alguno para el cliente. Según varios estudios, la mayoría de las averías vienen dadas casi en un 90 por ciento por daños en la pantalla y la carcasa del smartphone, mientras que el resto de reparaciones están relacionadas en un 4 por ciento por averías en cargadores, auriculares o daños por agua. En cuanto a las coberturas principales, son las siguientes:

• Robo (en algunos casos hurto): Si te sustraen el dispositivo utilizando cualquier tipo de violencia tendrás que poner una denuncia para poder reclamar a la compañía. En caso de hurto algunas compañías pueden incluirlo en la cobertura, pero suele ser más difícil de demostrar.
• Rotura: Si tu móvil se ha caído al suelo provocando cualquier rotura o hay partes dañadas por líquidos, estás cubierto y podrías tener acceso a un dispositivo de sustitución de similares características mientras se repara el tuyo.
• Fraude: Si el terminal ha sido utilizado de manera ilegal, el seguro nos cubre una cantidad determinada.
• Oxidación del móvil: Si nos encontramos con fallos de este tipo, la compañía aseguradora se hará cargo de su reparación.

Sin duda, hay dos factores importantes que no juegan para nada a favor de los seguros móviles. El primero es el alto precio que se paga en comparación con otros seguros como pueden ser del hogar o del coche. Otro que afecta más a la paciencia del cliente es la letra pequeña, ya que a la hora de vendértelo te cubren todo y luego es ‘casi todo', como puede ser un límite de siniestros al año o contratarlo en el momento o en los días posteriores a la compra. Debes tener claro que es lo que no entra en tu poliza:

• Cualquier accidente antes de la contratación de la póliza.
• Más de dos siniestros al año.
• En algunos casos el hurto.
• Averías cubiertas por la garantía.
• Uso inapropiado del dispositivo.
• Desgaste y daños del terminal causados con el paso del tiempo.
• Actos fraudulentos con el terminal.
• Daños por manipulación del software del móvil.
• Pérdida de datos del teléfono.
• Manipulación del teléfono en un centro no autorizado.

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