¿Soy un adicto al móvil?

Tener un móvil es lo más normal del mundo, pero en los últimos años con la navegación a internet 4G, las redes sociales o plataformas de vídeo en streaming, nuestro dispositivo se ha convertido en imprescindible. Sin darnos cuenta poco a poco somos más dependientes del teléfono y nuestro comportamiento social ha cambiado, llegando a crear en muchos casos adicción.

Esto supone un peligro que hay que tener muy en cuenta para evitar problemas mayores. Estamos hablando de la Nomofobia, término que se usa para referirse a la persona que tiene adicción al móvil. Su nombre viene dado de la palabra inglesa 'no mobilephone phobia', es decir, fobia o miedo a no tener móvil.

"Nomofobia es el término que se usa para referirse a la persona que tiene adicción al móvil y que se ha ido implementando a lo largo de la última década sin darnos cuenta por el mayor uso que le damos al smartphone"

Al igual que otras adicciones, la nomofobia crea ansiedad, en este caso por querer estar conectado en todo momento, creando un mundo paralelo al real y físico de lo que te rodea. Según los expertos, el cerebro se comporta de la misma forma que una persona adicta al alcohol o al juego, activando circuitos cerebrales y segregando la misma sustancia que provoca la necesidad, en este caso,  de consumir todo lo relativo a lo que se encuentra en tu teléfono, produciendo cambios cognitivos, motivacionales, emocionales y conductuales.

La adicción al móvil está al alcance de todos, pero debemos prestar una especial atención a los menores, ya que ellos son los más propensos a distanciarse de los entornos sociales y encerrarse en su teléfono. Los niños suelen empezar a tener móvil desde los 10 años y a los 16 ya es un elemento imprescindible en su día a día. En Multioferta vamos a mostrarte una serie de comportamientos que te deben alertar si tú o alguien de tu entorno sufre nomofobia.

• Sentir la necesidad de ver las notificaciones de tú móvil al instante.
• Estar con el teléfono casi siempre en la mano y mirarlo aunque estés viendo la televisión, comiendo o en reuniones. Esto afecta muchas veces a las relaciones sociales y es lo que se conoce como Phubbing.
• Intranquilidad al ver como la batería disminuye y temor a quedarte incomunicado.
• Llevar siempre baterías externas ante el miedo de quedarte sin conexión.
• Ansiedad cuando te quedas sin datos, no accedes a Wifi o te quedas sin cobertura.
• Lo primero que haces es mirar el móvil al acostarte y/o levantarte
• Dormir con el teléfono cerca de la cama, incluso dentro de la misma.
• Sentir que te llaman o te vibra el dispositivo aunque no sea así. Es lo que se conoce como vibración fantasma.
• Aplazas cosas o te entretienes con el móvil jugando o viendo vídeos y redes sociales antes de hacer tareas prioritarias de tu día a dia.
• Cualquier hábito que hacías anteriormente como leer un libro o ver películas en la televisión lo haces en tus dispositivos móviles.
• Cuando tienes cualquier síntoma sobre tu salud y lo consultamos en el teléfono en vez de acudir a un médico. Esto se denomina Cibercondria.
• Te niegas a aprender cosas por tí mismo y lo buscas en tu móvil, porque ya tienes un buscador que te va dar la solución o la definición de algo. Esto se denomina efecto Google.

Si cumples la mayoría de estas pautas, deberías empezar a a gestionar mejor el uso del móvil para no tener tanta dependencia. También es recomendable consultarlo con un médico experto en nomofobia si te empieza a crear problemas. Es importante entender que estos comportamientos pueden afectar a las relaciones sociales y de una manera más peligrosa a los menores, que deben entender que hay vida más allá de una pantalla y que un uso reiterado puede afectarle negativamente en su desarrollo con otras personas, así como en su formación académica.

Si hay un abuso del teléfono siempre hay soluciones que te pueden ayudar a hacer un uso adecuado para evitar la adicción al móvil. Referente a los menores, no podemos dejarles actuar  libremente y es clave tener un control de sus dispositivos para que no lo utilicen de forma compulsiva o inapropiada. Para ello hay varias aplicaciones que  te permiten tener un control parental para saber el comportamiento que tiene tu hijo con su dispositivo y que ya te explicamos EN ESTE ARTÍCULO.

Desde Multioferta vamos a intentar ayudarte con una serie de dinámicas para hacer un uso responsable.

No tengas siempre el teléfono encima: Si estás comiendo, reunido, trabajando o viendo la televisión, apártalo para que no te moleste. Recuerda que si alguien te llama en tu tiempo de relax y es importante, insistirá. 

El modo avión tiene una función clara: No molestar. Viene en todos los dispositivos y está para que no te interrumpan. Es bueno ponerlo cuando descanses o estés con personas y lo utilices para desconectar y atender a otras prioridades.

Recupera hábitos anteriores. Cosas que antes eran habituales como leer un libro o ver una película se han dejado de hacer y el dispositivo móvil ha reemplazado en muchos casos esos hábitos. Recupéralos.

¿Realmente necesitas tantas aplicaciones? Seguro que tu smartphone está lleno de aplicaciones que no utilizas. Chequea las que usas y borra las demás. Ganarás tiempo, te durará más la batería y agradecerás tener más espacio.

No necesitas tantas notificaciones: Muchas aplicaciones y, sobre todo, las redes sociales, están activas todo el rato y esa notificación apareciendo cada cinco segundos es una forma clara de distraerte. Desactiva el máximo posible y sólo míralas un par de veces. No seas esclavo del mundo digital.

El mail puede actualizarse cada cierto tiempo. La sincronización de correo electrónico también es importante. Si estás en la oficina puedes ver tu mail en el ordenador. Si recibes muchos correos es recomendable que lo sincronices cada hora, porque no todos son importantes. También ahorras batería.

Whatsapp o la gran tentación. No hay nada más molesto que estar ocupado y que ese grupo de amigos que tienes empiece a sonar como loco. Y eso por no hablar del check azul, donde a lo mejor alguien se molesta porque has visto el mensaje y no le respondes al instante. Silencia los grupos y descansa tu mente.

El teléfono se inventó para llamar. Es cierto que las aplicaciones dan muchas opciones, pero has pensado realmente cuanto tiempo perdemos. Si es urgente, lo mejor es hacer una llamada y aclararlo todo en una conversación. 

Da ejemplo a los menores. Se coherente y no pidas a tu hijo que haga un consumo responsable si tú no lo haces. Somos el espejo de los pequeños y muchas veces imitan lo que hacemos. Pon tú las normas y actúa delante de ellos pequeños con criterio y sin usar mucho el teléfono.

Una vez que te hemos explicado todo sobre la adicción al móvil, te recomendamos que hagas un análisis personalizado del uso que haces y de tu entorno para ponerte manos a la obra y reconocer si te sientes identificado de alguna manera con estos síntomas. Si es así, te recomendamos que te pongas en manos de un especialista. El móvil está para ayudarnos y no para ser dependientes de él, ya que te quita tiempo que se puede aprovechar de otras formas.